Entre 381 y 383 cuerpos embalsamados fueron localizados dentro de un crematorio que prestaba servicios a diversas funerarias en la colonia Granjas Polo Gamboa, en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Eloy García, titular de Comunicación Social de la Fiscalía General del Estado (FGE), informó que el sábado concluyó el conteo oficial de los cuerpos hallados en el lugar. Actualmente, se trabaja en la verificación de certificados de defunción para identificar plenamente los restos y entregarlos a sus familias.
“Son 381 cuerpos confirmados, aunque el fiscal mencionó la posibilidad de que sean 383. La diferencia podría deberse al proceso de individualización. Lo prioritario fue determinar el número exacto y garantizar un manejo digno y respetuoso de cada uno”, explicó García.
El hallazgo ocurrió la noche del 26 de junio, cuando se reportó que en un inmueble ubicado en las calles Tapachula y Colima se encontraban decenas de cadáveres en lo que parecía ser un crematorio clandestino.
Posteriormente, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris) inició un procedimiento administrativo contra el establecimiento por presuntas irregularidades, aunque señaló que contaba con permisos vigentes. No obstante, se detectaron deficiencias como la acumulación de aproximadamente 60 cuerpos en condiciones inadecuadas de refrigeración.
Carlos Manuel Salas, fiscal de la Zona Norte, indicó que no se configura un delito, ya que los cuerpos presentaban certificados médicos de defunción.
Durante un operativo realizado el sábado por la FGE, Servicios Periciales y Coespris, se colocó un tráiler con refrigeración para trasladar los cuerpos, algunos de los cuales estaban embalsamados y vestían la misma ropa con la que fueron velados.
“Cada cuerpo fue colocado en bolsas individuales, procurando minimizar la exposición al calor extremo de Ciudad Juárez para evitar una mayor descomposición. En la medida de lo posible, fueron resguardados en un espacio refrigerado”, explicó García.
También detalló que todos los cuerpos pasaron por procesos funerarios previos, lo que indica que las familias contrataron servicios funerarios antes de que fueran llevados al crematorio.
Hasta el domingo no se había determinado cuánto tiempo llevaban los cuerpos en el lugar, que resultaba pequeño e inadecuado para su almacenamiento.
Respecto a los responsables, se informó que desde el jueves una persona se encuentra bajo custodia. Aunque su identidad y vínculo con el crematorio no han sido revelados, está colaborando con las investigaciones y no ha sido formalmente detenida.
Investigación apunta a años de omisiones
La Fiscalía estima que algunos cuerpos podrían haber estado almacenados entre dos y cinco años. Sin embargo, esto se confirmará una vez que se crucen los datos con certificados de defunción y registros de identificación.
El fiscal general César Jáuregui Moreno indicó que la empresa, aunque seguía cobrando por los servicios, dejó de realizar las cremaciones desde hace tiempo.
Vecinos de la zona afirman que el crematorio operaba constantemente y que el mal olor era persistente. Incluso, habría denuncias previas desde el año 2020, al inicio de la pandemia por COVID-19, sobre presuntas irregularidades en su funcionamiento.
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