Tras varios años de sequía persistente, extracciones ilegales de agua y la creciente presión por el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944 con Estados Unidos, el estado de Chihuahua atraviesa una crisis hídrica. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las diez principales presas de la entidad registran actualmente apenas un 18.79% de su capacidad total de almacenamiento.
Actualmente con el agua que tienen todas las presas a nivel estatal, se tiene una cifra de 719.15 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa un 18.79% del total del límite que se tiene registrado ante la Conagua, ya que lo que pudieran almacenar las presas en su capacidad es de 3 mil 825.90 hectómetros cúbicos de agua, quedando poco menos de una quinta parte de lo que había hace tres años cuando las presas llegaron a 100% de su capacidad.
El monitoreo más reciente del sistema de las Principales Presas de México confirma que la disponibilidad de agua superficial en Chihuahua continúa en descenso. Esta tendencia se agrava por la falta de lluvias significativas en la región y las altas temperaturas que ya superan los 30 grados Celsius, lo que acelera el proceso de evaporación. Con la llegada del verano, se espera que la situación se deteriore aún más.
Actualmente las presas más importantes, como lo son La Boquilla en San Francisco de Conchos, Las Vírgenes en Rosales; Tintero en Buenaventura y El Granero en Aldama, rondan sobre el 15% de su capacidad e incluso bajan hasta el 9.5% como El Tintero que es una de las más afectadas por la poca disponibilidad de agua.
La presa La Boquilla es la principal presa del estado de Chihuahua, tiene una capacidad de reunir 2 mil 836.780 hectómetros cúbicos de agua, lo que equivale a un 74.40% de la disponibilidad de toda el agua superficial de las presas reunidas del estado, pero actualmente se encuentra en el nivel más bajo de su historia con 14.8% de capacidad, es decir que actualmente reúne 420.457 hectómetros cúbicos de agua.
Además, la presa La Boquilla ubicada en la región centro sur del estado, funciona para atender el ciclo agrícola de la región, como son los municipios de Camargo, Jiménez, Delicias, San Francisco de Conchos y todos los que se encuentran cercanos a ella, además que funciona como una fuente de abastecimiento de consumo humano y también se realiza pesca en diferentes puntos.
Expertos en gestión del agua, como el doctor Kamel Athie Flores, advierten que este escenario representa un riesgo para el abastecimiento agrícola, industrial y doméstico. Además, la escasez complica las negociaciones binacionales en torno al cumplimiento del Tratado de 1944, que obliga a México a entregar anualmente una cantidad determinada de agua a Estados Unidos desde el río Bravo, situación que ha generado tensiones en el pasado entre agricultores locales y autoridades federales.
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