Tras largas horas de negociación, productores del campo y autoridades federales alcanzaron un acuerdo para la creación de una reserva estratégica de granos básicos a nivel nacional, lo que permitió cerrar el año sin bloqueos ni manifestaciones y sentar las bases para un nuevo modelo agrícola en 2026.
Después de intensas jornadas de diálogo que se extendieron hasta las primeras horas de este jueves, representantes del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano y el Gobierno Federal lograron alcanzar acuerdos que fueron calificados como positivos y necesarios para el sector productivo del país.
El principal consenso alcanzado fue la creación de lo que los productores denominaron una reserva estratégica de alimentos, aunque el Gobierno Federal podría asignarle otra denominación oficial, relacionada con esquemas de control y regulación de mercados.
Este mecanismo contempla la adquisición y acopio de granos básicos como maíz, frijol, trigo y sorgo, así como otros productos del campo mexicano, con el objetivo de fortalecer la seguridad alimentaria y dar estabilidad a los precios para los productores.
Eraclio Yako Rodríguez Gómez, dirigente del Frente, señaló que si bien, no se logró un acuerdo en materia de precios de garantía, sí se construyó un mecanismo alternativo que permitirá atender de manera inmediata la falta de liquidez que enfrenta el sector: un esquema de pignoración de granos con respaldo del estado mexicano.
“Esta lucha se dio en distintos frentes: en las calles, en las carreteras, en las oficinas y en la mesa de negociación. Cada quien desde su trinchera, pero con un objetivo común. Hoy podemos decir que hay avances”, expresó.
Las partes acordaron sostener una nueva reunión en las próximas horas para definir aspectos clave como el volumen de granos a acopiar, los puntos de almacenamiento, los precios de compra y las empresas o almacenadoras con las que se trabajará para la conformación de estas reservas.
El esquema permitirá a los productores acceder a financiamiento utilizando sus cosechas como garantía, sin perder la propiedad de los granos y sin asumir costos financieros ni de almacenamiento.Dichos costos serán absorbidos por el Gobierno Federal, de manera directa o en coordinación con los gobiernos estatales, lo que otorgará hasta seis meses adicionales para comercializar las cosechas en mejores condiciones de mercado.
Yako Rodríguez destacó que el Gobierno Federal se comprometió además a convocar a los principales consumidores de maíz, frijol, trigo, sorgo y soya, con el objetivo de incentivar la compra de productos nacionales y mejorar los precios pagados al productor. Este proceso deberá formalizarse mediante convenios de compraventa con la industria agroalimentaria, con el Estado como garante.
“El recurso obtenido mediante la pignoración será un adelanto a cuenta de la cosecha. Esto nos permite cumplir compromisos inmediatos —como la compra de fertilizantes, semillas, agroquímicos o el pago de créditos bancarios— sin malbaratar nuestro producto”, explicó.
Eraclio Yako Rodríguez Gómez, líder del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano, informó que este acuerdo tendrá alcance nacional, beneficiando a productores de todos los estados del país, sin distinción, y que su implementación comenzará una vez que se concreten los detalles técnicos y operativos.
Los representantes del movimiento campesino señalaron que el acuerdo ya está cerrado y que solo resta definir el nombre oficial con el que se hará referencia a esta reserva estratégica, a fin de evitar confusiones y garantizar claridad en su aplicación.
Además de este punto considerado como el más urgente, se acordó que a mediados de enero, tentativamente durante la semana del 14, se realizará un nuevo encuentro para iniciar la discusión del nuevo modelo de agricultura en México, un tema visto como prioritario a largo plazo.
Los líderes del movimiento subrayaron la importancia de que los compromisos adquiridos se traduzcan en acciones concretas, bajo el principio de que “sin maíz no hay país” y con el objetivo de fortalecer al campo mexicano.
Con estos acuerdos, los productores informaron que se despiden del año sin bloqueos, sin manifestaciones y sin acciones de presión, apostando al cumplimiento de lo pactado y a la continuidad del diálogo institucional.
También se destacó el papel de los transportistas, quienes mantuvieron reuniones paralelas en materia de seguridad y lograron acuerdos propios, formando una alianza clave con los productores para alcanzar los resultados obtenidos.
“Reconocemos este avance, pero la lucha no ha concluido. A partir de enero retomaremos las negociaciones para atender el resto de nuestras demandas”, adelantó. Entre los temas pendientes destacó la revisión integral de los esquemas de comercialización y la creación de un Banco de Desarrollo Agropecuario como instrumento estructural para fortalecer al campo mexicano.
Finalmente, Yako Rodríguez llamó a los productores a mantener la unidad y la organización: “Hemos ganado una parte importante de la batalla. Hoy hay avances, hay diálogo y hay una ruta clara. Vamos a seguir adelante por el campo de México”.
