Protestan en 19 entidades: Así fue la manifestación de productores y transportistas en Chihuahua

Tractores sobre el asfalto y filas de camiones que se perdían en el horizonte marcaron el inicio de un paro nacional que este lunes tensó las carreteras y aduanas de Chihuahua. En un movimiento coordinado, el campo se plantó al Gobierno Federal con una doble exigencia: dar marcha atrás a la nueva Ley de Aguas Nacionales —a la que ven como un decreto de control— y restablecer los subsidios y precios justos que mantengan viva la producción agrícola en la entidad.

La protesta que unió a ganaderos, menonitas e integrantes de la comunidad rarámuri, así como a transportistas que exigen seguridad en carreteras, mostró un frente común en Ciudad Juárez, Meoqui, Camargo y Jiménez, donde los bloqueos se extendieron por horas. Mientras en el sur el cierre de la Jiménez-Torreón generó escenas de tensión y solidaridad, en la frontera el comercio con Estados Unidos se vio severamente afectado, elevando la presión para forzar un diálogo que, hasta el cierre de esta edición, no llegaba.

El reloj marcaba las ocho en punto cuando los primeros tractores se acomodaron sobre el asfalto de la carretera que lleva de la ciudad de Chihuahua a Delicias, a la altura de Lázaro Cárdenas, en Meoqui. A esa misma hora, pero en distintos puntos del estado, otros grupos de productores iniciaron este lunes 24 de junio el bloqueo de vías, sumándose al paro nacional contra la nueva Ley de Aguas Nacionales impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum. Su objetivo era claro: no permitir que el agua les sea arrebatada por funcionarios desde un escritorio.

“Esto no es sólo aquí, es en todo México”, dijo Mario Lerma, líder del Frente Campesino de Chihuahua, e informó que en el estado operaron cinco bloqueos simultáneos: el de Meoqui, donde él se encontraba, y otros en Jiménez, Camargo, Villa Ahumada y Juárez. La exigencia en Chihuahua y en todo el país era la misma: retirar la iniciativa presidencial, que los productores consideran una amenaza directa para la producción agrícola y la vida en las comunidades que dependen del agua.

Mario Lerma_Lazaro Cardenas“El agua es vida y nos la quieren controlar desde un escritorio”, reclamó Sachel Sánchez, una de las jóvenes voceras del movimiento en Meoqui, al insistir en que la propuesta abre la puerta a un “banco de agua” y a la reducción de concesiones, lo que deja en manos de una autoridad federal —aún sin estructura conocida— decisiones que hoy determinan si una familia puede sembrar o no.

En el campamento improvisado, Sánchez resumió el ánimo colectivo: “No es una ley construida con conciencia. No impulsa el desarrollo rural; impulsa el control. Eso no es lo que necesita México”.

El académico y miembro del movimiento, Carlos Manjarrez, reflexionó sobre la situación que se vive al norte del país con el agua. “Esto ya no es de partidos. Es de conciencia generalizada. Chihuahua no puede regirse con una ley que ignora que somos el desierto nacional”, señaló. Habló de la antropología del recurso hídrico, de los pueblos originarios y de cómo la iniciativa ni siquiera contempla la protección de los tarahumaras, quienes son “los que más sed tienen”, insistió.

Mientras, la tensión en la carretera fue en aumento, con filas de vehículos que alcanzaron kilómetros. Los conductores, en su mayoría sorprendidos por el cierre, expresaron molestia y frustración. Aun así, los productores mantuvieron la regla de dejar pasar sólo ambulancias y emergencias, a pesar de que múltiples discusiones surgieron en el transcurso de la jornada.

A partir del mediodía, hieleras con agua, refrescos y contenedores humeantes de barbacoa llegaron al campamento improvisado, donde agricultores, ganaderos y transportistas dijeron haberse coordinado para alimentar a quienes pasarían ahí largas horas en defensa de sus derechos. Así, se repartieron platos, tortillas y verduras para calmar el ansia y el coraje que el calor y la incertidumbre habían avivado.

Entre conversaciones, un tema se repitió con insistencia: la inconformidad del sector primario por el trato fiscal recibido de la Federación. “Por cada cien pesos que se recaudan aquí, solo regresan dos”, denunciaron productores, mineros y ganaderos. “Dicen que estamos desorganizados. No. Lo que quieren es dividirnos”.

Campesinos toman la frontera

Paralelamente, en Ciudad Juárez, más de 600 productores bloquearon los accesos de la aduana fronteriza, así como las importaciones y exportaciones de mercancías en los cruces internacionales de Zaragoza y Jerónimo–Santa Teresa. El dirigente del Frente Nacional para el Desarrollo del Campo Mexicano, Eraclio Yako Rodríguez, señaló que permanecerían de manera indefinida hasta que el Gobierno Federal acceda a entablar un diálogo directo y ofrezca soluciones a sus inconformidades, principalmente relacionadas con las políticas aplicadas al campo y la autorización para importar granos básicos.

La jornada inició antes de las 8:00 horas con la concentración de agricultores provenientes de municipios como Ahumada, Janos, Ascensión y la comunidad LeBarón en el puente Córdova-Américas. Al dirigirse a las oficinas de la Aduana Fronteriza, encontraron el inmueble cerrado y sin autoridades que los recibieran, lo que los llevó a impedir el acceso del personal y, tras más de tres horas de espera, escalar las protestas hacia los puentes internacionales.

Rodríguez explicó el fondo del conflicto: “Exigimos un modelo de agricultura soberana que nos libere de la Bolsa de Chicago, un mercado completamente especulativo”. Denunció que el gobierno adquiere los productos nacionales basándose en cotizaciones internacionales, pagando precios muy por debajo de los costos de producción. “El kilo de frijol nos lo compran en 12 pesos y lo venden en 30 en los supermercados”, ilustró.

Ante la ausencia de respuesta oficial, los manifestantes se dividieron en dos contingentes: uno se trasladó a bloquear el puente Zaragoza y otro se mantuvo en la aduana. La medida afectó la logística comercial con Estados Unidos, dejando varados a decenas de transportistas. Los productores, que aseguraron contar con el respaldo de comunidades menonitas y rarámuri, advirtieron que podrían endurecer las acciones si persiste la indiferencia gubernamental.

Automovilistas se solidarizaron

Mientras, en el sur del estado, la jornada de este lunes en la carretera Jiménez–Torreón estuvo marcada por un bloqueo que comenzó alrededor de las 9:30 de la mañana y que, con el paso de las horas, se convirtió en una de las movilizaciones más intensas registradas en la región. A lo largo del día, filas de vehículos, principalmente camiones de carga y transportistas, alcanzaron más de dos kilómetros, mientras productores agrícolas, estudiantes, familias atrapadas y hasta un grupo musical protagonizaron momentos que reflejan tanto la tensión como la solidaridad que rodea la protesta.

El bloqueo fue organizado por cerca de 120 productores de Allende, López, Coronado, Matamoros, Parral y Jiménez, quienes se sumaron al movimiento nacional convocado por el Frente Nacional en Defensa del Campo. Desde la maquiladora Leviton, donde inició la concentración, la exigencia común: frenar la iniciativa de reforma a la Ley de Aguas Nacionales y restablecer subsidios para el campo, particularmente el precio del diésel.

Los manifestantes aseguraron que la nueva propuesta de ley vulnera la herencia de los derechos de agua, fomenta la discrecionalidad de la autoridad, establece multas de hasta cuatro millones de pesos y no combate la corrupción que por años ha afectado a Conagua. “Si no han podido detener el huachicol, menos van a poder frenar abusos del agua”, sentenciaron.

La molestia se extiende también a la falta de subsidios a energéticos e insumos agrícolas, la paralización del programa PEUA y la crisis generada por la sequía, las plagas y el encarecimiento de semillas y fertilizantes.

A la par del cierre carretero, durante la tarde los productores también bloquearon las vías del tren en Jiménez como un “anexo” de la protesta principal. Javier Rubio, uno de los representantes, advirtió: “Esto no se va a detener hasta que la presidenta y los diputados den marcha atrás a esa ley que afecta a toda la nación”.

La protesta provocó múltiples afectaciones a conductores, entre ellos adultos mayores y personas con urgencias médicas. A pesar de estas situaciones, los productores informaron que, para evitar mayores afectaciones, se instauró un mecanismo de desfogue mediante el cual cada hora dejan avanzar entre 20 y 30 vehículos pequeños.

Jesús José Barraza, vocero del movimiento, confirmó que la medida busca equilibrar la protesta con las necesidades de quienes transitan por la carretera. Sin embargo, reiteró que el bloqueo permanecerá de manera indefinida hasta que la Federación emita una respuesta clara a las demandas campesinas. “Ellos viven en una burbuja y están desconectados de la realidad”, afirmó.

En medio de la tensión, también hubo episodios de solidaridad que marcaron la jornada. Uno de ellos ocurrió cuando el Conjunto Amanecer, originario de Ojinaga, pidió permiso para avanzar debido a que debían tramitar su visa en Ciudad Juárez la mañana del martes. Tras dialogar con los manifestantes y explicar la importancia de su cita, los productores accedieron a dejarlos pasar. A manera de agradecimiento, los músicos ofrecieron una breve serenata interpretando piezas como El Corrido de Chihuahua Las Calles de Chihuahua, convirtiendo por unos minutos la protesta en un espacio de convivencia inesperada.

Otro gesto destacado provino de un grupo de normalistas de Saucillo, quienes quedaron atrapadas en la fila mientras regresaban de una actividad deportiva en la Ciudad de México. Lejos de molestarse, decidieron apoyar a los manifestantes, ya que muchas de ellas son hijas de campesinos. Algunas jóvenes incluso formaron vallas humanas para organizar el flujo vehicular y evitar que los conductores intentaran avanzar por la fuerza. “Nosotras también venimos del campo… entendemos lo que están pasando”, señaló una de las estudiantes.

También en el sur del estado, en Camargo, un grupo de productores de los municipios de Camargo, San Francisco de Conchos y La Cruz bloquearon el paso en la carretera, donde colocaron camionetas y tractores con lonas, lo que generó trastornos a la circulación de vehículos en ambos sentidos de la vía.

Los manifestantes reclamaron que las autoridades federales no han tenido un acercamiento con ellos ni les enviaron ninguna notificación,.

El gobierno municipal de Camargo dispuso que se instalaran sanitarios portátiles y una ambulancia de la Cruz Roja en el sitio de la protesta, además de repartir burritos y refrescos entre los productores.

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Redacción
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