Un total de 157 niñas y adolescentes de 10 a 14 años dieron a luz durante el periodo de enero a agosto de este año, informó la Secretaría de Salud.
Según los registros, Chihuahua encabeza la lista con 36 casos, seguido de Juárez con 33, Cuauhtémoc con 29, Parral 17, Guachochi con 15, Nuevo Casas Grandes con 13, en Creel fueron siete, Camargo con seis y Ojinaga con uno.
La dependencia refirió que en ese lapso fueron contabilizados 3 mil 500 partos de madres en el rango de edad de 15 a 19 años; estos fueron en Juárez, con mil 069, Chihuahua 938, Cuauhtémoc 424, Parral 383, Nuevo Casas Grandes 235, Guachochi 195, Creel 108, Camargo 88, Ojinaga 54 y Gómez Farías seis.
Ante eso, Mariela Castro Flores, especialista en derechos sexuales y reproductivos, dijo que las cifras otorgadas por las autoridades no son precisas.
Explicó que tiene conocimiento de que hay niñas y adolescentes que están dando luz, además de embarazos que no se están atendiendo de acuerdo a lo que establece la política pública específicamente en el ENAPEA (Estrategia Nacional de la Prevención del Embarazo Adolescente) y que tiene que ver con que en los primeros meses de la gestación debe otorgarse orientación; sin embargo, esto no está sucediendo.
“La información que la Secretaría de Salud expide no necesariamente refleja la realidad que están viviendo, eso es muy preocupante porque impide aplicar la política pública en materia de prevención de manera real”
Mariela Castro Flores, Especialista en derechos sexuales y reproductivos
“La información que la Secretaría de Salud expide no necesariamente refleja la realidad que se está viviendo; hay una discrepancia entre la información que expide sobre las niñas y adolescentes que están cursando un embarazo, a la información que dan de manera posterior; no concuerdan el número de nacimientos de niñas y adolescentes que están dando a luz y eso es muy preocupante, porque eso impide aplicar la política pública en materia de prevención de manera real”.
En ese mismo sentido, Castro Flores señaló que a este sector de la población no se dan a conocer las opciones que tienen que son continuar el embarazo o darle término.
“Es decir, institucionalmente se les está imponiendo una decisión, dándoles información a medias y eso se traduce en el registro final, y eso también impide que la federación pueda tener un diagnóstico adecuado para atender las necesidades de salud reproductiva con perspectiva de género y con perspectiva de infancia de niñas, niños y adolescentes”, finalizó.
